Si nuestra mascota no esta vacunada y revacunada anualmente, se expone a padecer enfermedades infecciosas y en ocasiones mortales, tales como el moquillo, parvovirus, leptospirosis o leucemia felina y rinotraqueitis infecciosa felina en gatos, entre otras enfermedades.
Mediante el acto de la vacunación no sólo protegeremos a nuestra mascota de estas enfermedades sino que también mantendremos un contacto con el veterinario, que siempre aprovechamos para chequearlo ante posibles problemas futuros. Así podemos detectar incipientes problemas que tratados con rapidez no llegaran a mayores.
En el caso del perro aconsejamos también vacunarlo contra el parasito conocido como "gusano del corazón". Efectivamente este parasito termina acumulandose en las cámaras del corazón alterando notablemente la capacidad para bombear sangre. Este problema no será detectado por los propietarios de forma rápida y cuando llegue a la consulta posiblemente el corazón ya estará afectado de forma cronica.